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El pasado viernes, 22 de abril, la dirección de la Almond Board of California (ABC) se reunió en Murcia con investigadores del Grupo de Mejora Genética de Frutales del Cebas-CSIC. La delegación americana estuvo compuesta por el presidente de la ABC, Richard Waycott; el presidente del Comité de Productores, Brian Wahlbrink, y el director de Investigación Agrícola, Sebastian Saa.

La ABC es la principal organización de productores de almendra del mundo, en la que se engloban la mayoría de los productores (7.600) y procesadores (99) americanos, que aportan más del 85% de la producción mundial de este fruto seco. La ABC apoya el desarrollo comercial de las almendras americanas y la investigación para mejorar la producción, el procesado y la calidad de sus productos. Esta organización está financiada por los productores californianos de almendra, que aportan tres centavos de dólar por libra de almendra comercializada (unos 6 céntimos de euro por kilo).

La ABC ha contribuido notablemente a que California se haya posicionado como primer productor mundial, con diferencia, a pesar de que el almendro no era un cultivo originalmente americano, superando a los tradicionales países productores, como España e Italia. Este liderazgo técnico y comercial ha sido posible gracias a numerosos factores, entre los que destaca la investigación y la innovación, en todos los campos implicados en el éxito comercial. La ABC dedica un 10% de su presupuesto a investigación, que en última instancia proviene de los productores de almendra. Desde 1973, la ABC ha financiado proyectos por valor de 89 millones de dólares para mejorar las técnicas de cultivo, minimizar el impacto ambiental, identificar los beneficios del consumo de almendra para la salud, asegurar la calidad y la seguridad alimentaria e identificar nuevos usos de los subproductos de la almendra. Actualmente financia 80 proyectos de investigación, entre ellos, tres a nuestro grupo de investigación del Cebas-CSIC.

A la vista está que esta inversión le ha resultado muy rentable a los americanos, e indirectamente a los otros países productores, que se han beneficiado del incremento mundial de la demanda y la subida de los precios.

En España, la investigación sobre este cultivo ha sido principalmente financiada con fondos públicos. Eso ha permitido el desarrollo de variedades de floración tardía y autocompatibles, que permiten actualmente el cultivo del almendro en todas las regiones españolas, con un importante impacto en el sector. Sin embargo, la inversión privada en investigación ha sido limitada.

Actualmente, hay numerosas oportunidades para que las empresas del sector colaboren con los investigadores para innovar sus procesos y productos. Es verdad que, para las pequeñas y medianas empresas, la participación en proyectos de investigación es un esfuerzo adicional a su trabajo diario. Sin embargo, hay consultoras especializadas en solicitar y gestionar estos proyectos, que pueden animar a las empresas del sector a innovar.

España cuenta con importantes ventajas para mejorar su posición en el sector de la almendra a nivel mundial, que pueden ser potenciadas a través de la investigación. La consolidada implantación del almendro a todos los niveles, nuestras 700.000 hectáreas cultivadas y la importante industria trasformadora y exportadora, son fortalezas que deben ser explotadas. Por supuesto, la obtención de nuevas variedades seguirá siendo un punto fuerte a desarrollar. Se trata de variedades adaptadas a las diferentes regiones en un entorno de cambio climático y nuevas almendras con características morfológicas, químicas y organolépticas, para cada uso industrial. La calidad del material vegetal, con garantía genética y sanitaria, a través de la implantación de la planta certificada, será un punto de partida necesario.

Pero también hace falta investigar en las técnicas de cultivo, haciéndolas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente, tanto en agricultura ecológica como convencional. Nuestras 600.000 hectáreas de almendro en secano son un campo muy interesante de investigación para hacer más rentable el almendro en estas condiciones de escasez de agua. Y, finalmente, es importante el procesado y puesta en el mercado de una almendra con la marca España, que las identifique como un producto de calidad y diferente del resto de la oferta mundial.

La modernización del sector del almendro en España está en marcha, y solo será posible si apostamos por la investigación y la innovación. Si a los americanos les ha funcionado, también debe funcionarnos a nosotros.